Los fondos tecnológicos destacan por su rentabilidad a largo plazo
La evolución del sector tecnológico en los últimos años ha transformado prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida diaria, revolucionando en pocos años la forma en la que nos comunicamos como familiares y amigos, el modo de trabajar e incluso como entendemos nuestro ocio y tiempo libre.
No es de extrañar por tanto que las empresas ligadas a la tecnología se hayan convertido en uno de los principales motores de crecimiento económico a nivel global. Empresas como Nvidia, Microsoft, Apple o Alphabet (Google), si bien en los últimos años estamos viendo el auge de nuevas empresas y tecnologías que sin duda pueden modificar el panorama actual de forma significativa.
Y es que la irrupción de la IA ha supuesto toda una revolución en el ámbito de la tecnología y aquellas empresas que mejor sepan capitalizar estos cambios no cabe duda de que lograran un importante crecimiento a nivel global.
En todo caso, al hablar de tecnología no solo es importante el futuro y es que, a presente ya es una realidad que aquellos inversores que hayan sabido ver el potencial de invertir en tecnología han logrado unos datos de rentabilidad extraordinarios. En el caso de los fondos de inversión, la categoría VDOS sectorial de TMT se sitúa a 10 años como la más rentable, con una rentabilidad acumulada de un 356,02 %, lo que supone un 16,37 % anualizado durante los últimos 10 años.
Con una inversión mínima inferior o igual a 6.000 euros y denominado en euro, destaca por su rentabilidad a 10 años el FIDELITY FUNDS-GLOBAL TECHNOLOGY en su clase Y de acumulación en euros, con una rentabilidad acumulada del 604,36 %, siendo esta de un 161,27 % a 5 años y de un 31,78 % a uno. Gestionado por Hyunho Sohn, invierte como mínimo el 70% (y, normalmente, el 75%) de sus activos en renta variable de empresas de todo el mundo, incluidos los mercados emergentes, que desarrollen ahora o en un futuro productos, procesos o servicios que ofrezcan o se beneficien de mejoras o avances tecnológicos, empleando un enfoque ascendente fundamental, centrándose en identificar empresas de calidad con perspectivas de crecimiento sostenibles que coticen con valoraciones atractivas. Además, el gestor promueve las características medioambientales o sociales en línea con el artículo 8 de SFDR, aplicando una estrategia de exclusión.
Le sigue por su rentabilidad a 10 años el BGF WORLD TECHNOLOGY en su clase A2 en euros con un 512, 33 %, siendo su rentabilidad a 5 años de un 138,58 % y de un 43,81 % a un año. Gestionado por Tony Kim y Reid Menge, invierte a escala mundial al menos el 70 % de sus activos totales en valores de renta variable (como acciones) de empresas cuya actividad principal esté incluida dentro del sector tecnológico. Se trata igualmente de un producto artículo 8 SFDR, en el que el asesor de Inversiones evalúa a las empresas en función de su capacidad para gestionar los riesgos y oportunidades asociados con factores ASG y su habilidad para gestionar estratégicamente cuestiones a largo plazo relacionadas con ASG y el impacto potencial que esto puede tener en las finanzas de una empresa. El Fondo aplicará filtros de exclusión a las empresas dentro del universo de inversión.
A continuación encontramos el CT (LUX) GLOBAL TECHNOLOGY en su clase DU en euros, con un 499,43 % a 10 años, siendo esta rentabilidad del 145,46 % a 5 y de un 29,12 % a un año. El fondo está gestionado por Paul Wick e invierte en compañías tecnológicas y relacionadas con la tecnología que exhiben potencial para generar rentabilidades sólidas y sostenibles. Para ello el gestor trata de aprovechar las oportunidades que ofrecen las compañías incomprendidas e ignoradas por los analistas (cuya apuesta se suele considerar contraria al consenso), de modo que adquiere una temprana exposición a una tendencia antes de que la idea sea plenamente apreciada por el mercado.
El sector tecnológico ha demostrado ser altamente rentable en los últimos años. A pesar de que este mercado puede ser volátil a corto plazo, los inversores que han mantenido sus posiciones a largo plazo han sido recompensados con significativas ganancias. Por ello la inversión en fondos tecnológicos puede ser una opción interesante para los inversores que buscan diversificar su cartera, aprovechar el crecimiento de sectores disruptivos y beneficiarse del impacto global de la tecnología.