Los fondos monetarios se convierten en la opción mayoritaria de los inversores
En un año marcado por la incertidumbre, tanto geopolítica como económica, los fondos de inversión monetarios se han consolidado como el refugio preferido para los inversores que buscan seguridad y liquidez en tiempos de inestabilidad.
Los fondos monetarios, conocidos por su perfil conservador, invierten principalmente en activos de bajo riesgo, como letras del tesoro, pagarés de empresas de alta calidad crediticia y depósitos a corto plazo. Este enfoque les permite ofrecer una rentabilidad moderada pero constante, mientras minimizan la exposición a los vaivenes de los mercados de renta variable y de bonos a largo plazo.
Bajo esta premisa, los fondos de tipo Monetario han logrado en lo que llevamos de año situarse como los de mayores captaciones netas, con más de 22.200 millones, cifra especialmente significativa si tenemos en cuenta que a principios de año el patrimonio total gestionado por esta tipología de fondos era de 36.906 millones, lo que supone un incremento de un 64 % tan solo por captaciones netas, a lo que habría que sumar el rendimiento positivo de las carteras por valor de 1.440 millones, lo que sitúa el patrimonio total a 27 de noviembre en 58.565 millones. En términos relativos, este incremento patrimonial supone pasar de representar un 9,98 % del total invertido en fondos nacionales a suponer un 14,61 %.
Poniendo el foco sobre fondos concretos de la zona euro, orientados a un inversor minorista, una inversión mínima inferior a 6.000 euros, denominados en euros y con Rating VDOS: 5 estrellas, encontramos el RENTA 4 RENTA FIJA EURO en su clase I como el más destacado en lo que llevamos de año con una rentabilidad del 3,98 % con una volatilidad del 0,20 %, siendo esta rentabilidad del 7,60 % a 3 años. Según establece su política de inversión, el fondo podrá estar expuesto a renta fija pública o privada, incluyendo hasta un 10% en depósitos. Con carácter general, el fondo mantendrá como mínimo un 80% de su exposición en activos emitidos en euros en países de la zona euro y la exposición a riesgo divisa será como máximo del 5% de la exposición total.
Le sigue con una rentabilidad en el año del 3,89 % el SANTANDER RENTA FIJA FLOTANTE en su clase Cartera, el cual cuenta con una volatilidad a un año del 0,13 % y una rentabilidad a 3 años del 7,69 %. El fondo invierte el 100% de la exposición total en renta fija pública y/o privada (incluyendo instrumentos del mercado monetario cotizados o no, líquidos, y depósitos) de emisores/mercados de la OCDE y hasta un 5% en emergentes. La duración media de la cartera será inferior a 1 año. La exposición máxima al riesgo divisa será del 10% de la exposición total.
A continuación, encontramos el GROUPAMA ULTRA SHORT TERM BOND en la clase IC, con una rentabilidad en lo que llevamos de 2024 del 3,87 % y del 7,60 % a 3 años, con una volatilidad a uno del 0,20 %. Según establece el fondo su objetivo de gestión es obtener una rentabilidad superior a la del índice de referencia, neta de comisiones de gestión, en periodos renovables de seis meses. Este objetivo se implementará a través de una gestión que valore la sostenibilidad de los emisores a través de un análisis de las características ESG de los valores en cartera.El universo de inversión es la deuda de bonos emitida por emisores privados, públicos y cuasi-públicos en los países de la OCDE. Se trata de un producto ASG en línea con lo propuesto por el artículo 8 SFDR, el cual aplica una estrategia de sesgo positivo de integración en la selección de su cartera.
A pesar de la estabilidad de esta tipología de fondos, es importante tener en cuenta que la rentabilidad de los fondos monetarios, aunque atractiva en términos relativos, puede ser limitada frente a otros tipos de inversiones en el largo plazo. Además, están diseñados principalmente para cumplir objetivos de corto plazo, como la gestión de liquidez o la protección del capital frente a caídas en otros mercados.